Minera Antapaccay: Pilar de la Economía Peruana con Impacto Social Significativo
La minera Antapaccay ha demostrado ser una pieza clave en la economía de Perú, con un impacto que se extiende mucho más allá de sus operaciones mineras. Según un informe reciente de Macroconsult, esta empresa contribuye significativamente al crecimiento económico del país, representando el 1.1% de la economía nacional, el 4% del Producto Bruto Interno (PBI) minero y el 10% del PBI de la Región Cusco.
La inversión total realizada por Antapaccay hasta la fecha asciende a 8,600 millones de dólares. Sus exportaciones, inversiones en infraestructura, pago de impuestos y programas de inversión social tienen un impacto considerable en la economía peruana.
En términos de empleo, Antapaccay genera alrededor de 64,000 puestos de trabajo en todo el país, de los cuales 8,000 son empleos directos y 56,000 son empleos indirectos o inducidos. Esta cifra refleja el alcance de su influencia en las comunidades locales y en la cadena de suministro que la rodea.
La inversión minera realizada por Antapaccay entre 2007 y 2022 supera los S/ 8,600 millones, una cantidad que equivale a siete veces la inversión realizada en los Juegos Panamericanos 2019, siete veces el costo del proyecto Línea Amarilla, cinco veces la inversión en la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Chinchero, y ocho veces la inversión en la Central Hidroeléctrica Pucará en Cusco.
El impacto en la Región Cusco es especialmente notable, ya que se estima que el aporte anual de Antapaccay equivale al 17% de la economía regional, lo que se traduce en más de S/ 3,500 millones. Además, la empresa respalda aproximadamente el 35% del presupuesto total y el 51% del presupuesto de inversión de la Municipalidad Provincial de Espinar, en la zona donde opera.
Desde el inicio de sus operaciones, Antapaccay ha contribuido significativamente a la transformación de la Región Cusco. Se ha observado una mejora en los indicadores de bienestar, el acceso a servicios básicos y los ingresos de la población local. Esto demuestra cómo la minería puede ser un motor para el desarrollo sostenible en regiones remotas, aprovechando los recursos del subsuelo para generar un impacto positivo en las comunidades.
La historia de Antapaccay es un ejemplo de cómo una empresa minera puede desempeñar un papel fundamental en el crecimiento económico de un país y en la mejora de la calidad de vida de las personas en su entorno. Su compromiso con la inversión social y el desarrollo sostenible la convierte en un actor clave en la industria minera peruana y en un modelo a seguir en términos de responsabilidad corporativa.