Creciente Inquietud entre los Inversionistas Mineros Debido a la Inestabilidad Política y Social del País

El Exviceministro Luis Miguel Incháustegui Exhorta a Fomentar el Diálogo y la Confianza para Impulsar la Minería Responsable y Sostenible

Ante la percepción de una atmósfera de inestabilidad política y social en el país, Luis Miguel Incháustegui, exviceministro de Energía y Minas, señala la necesidad de impulsar proyectos mineros con responsabilidad y apoyo hacia las comunidades locales. Insta al gobierno a promover el diálogo y construcción de confianza entre los diversos actores del sector minero, a fin de visualizar soluciones a medio y largo plazo.

Luis Miguel Incháustegui, quien anteriormente ocupó el cargo de viceministro de Energía y Minas, ha destacado una preocupación palpable entre los inversionistas mineros, tanto nacionales como extranjeros, con respecto a la situación política y social actual del país. En una declaración a la Red de Comunicación Regional (RCR), Incháustegui enfatizó la imperiosa necesidad de que el gobierno facilite y promueva inversiones mineras que no solo se realicen de manera ética y responsable, sino que también contribuyan de forma significativa a las comunidades locales.

La industria minera es un pilar crucial de la economía peruana, siendo un sector vital que ha mantenido una estabilidad relativa en los indicadores económicos del país, incluso en medio de fluctuaciones políticas y sociales. "La cartera es muy interesante, pero lo que sí vemos es una reducción en los proyectos mineros. Lo que también vemos creo yo es una preocupación de los inversionistas nacionales y extranjeros de cómo está la situación política y social. Yo creo que también es visto de que la economía en el Perú estaría aún con resultados más negativos si es que no fuera por la minería”, declaró Incháustegui.

En este contexto, el exviceministro subrayó la necesidad de que el gobierno actúe como un catalizador en el fomento de proyectos mineros que estén alineados con el bienestar de las comunidades circundantes. Según Incháustegui, una estrategia efectiva sería promover el diálogo constructivo entre los diferentes actores involucrados, facilitando soluciones sostenibles a medio y largo plazo.

En particular, mencionó el caso de proyectos en el sur, como el de Tía María, donde señaló la posibilidad de que la empresa y el gobierno pudieran iniciar un diálogo sustancial para decidir de una vez por todas el futuro del proyecto. "Para eso se necesita construir confianza, se necesita ver las posibilidades de generar un desarrollo alrededor en un tiempo más óptimo", señaló.

Además, Incháustegui reconoció los esfuerzos continuos del Estado en garantizar que los proyectos mineros sean aprobados en un marco de tiempo razonable, aunque también destacó que existen demoras que están vinculadas tanto a decisiones de inversión como a aspectos técnicos de los proyectos.

Rememorando los esfuerzos previos por promover la armonía y el consenso en el sector, Incháustegui citó la creación del Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas (Rimay) en 2018. Esta iniciativa tenía como objetivo fomentar el diálogo y llegar a acuerdos entre diversos sectores, incluyendo representantes de la sociedad civil, ONGs ambientalistas, empresas mineras y el gobierno. "Este tipo de espacio es el que hay que reflotar”, apuntó, sugiriendo que cualquier intento de mejora debe basarse en un diálogo profundo y cooperativo entre todos los actores involucrados.

Finalmente, hizo un llamado a la reflexión sobre la posibilidad de fortalecer o unificar instituciones pertinentes, asegurando que estén equipadas con un equipo profesional más amplio, con el fin de abordar y resolver los desafíos presentes y futuros en el sector minero de una manera que beneficie a todas las partes interesadas en la nación.

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